Aguirre, la ira de Dios (1972), una fábula alucinante de Werner Herzog.

sábado, 8 de junio de 2019

Precursora del cine negro: LA LEY DEL TERROR (City Streets, 1931)

 
De entre todas las películas predecesoras del llamado cine negro -denominación que surgió hasta 1946, vía el crítico francés Nino Frank*-, La ley del terror es una de las que mejor asume las que más tarde serían premisas del género. Su atmósfera en un marco visual de marcada inspiración expresionista, y en este punto habría que subrayar que la cinefotografía corrió a cargo de Lee Garmes, apuntala las inno- vaciones propuestas por su realizador: Rouben Mamoulian.
 
La acción se desarrolla en el submundo del hampa, durante los años de la prohibición, entre traficantes de licor, la mafia y sus crímenes, aunque en el fondo subyace la historia de amor de los protagonistas (quienes en el argumento original de Hammett eran apenas un par de adolescentes). La película no es esencialmente violenta, ya que de la casi docena de asesinatos que se cometen, sólo se hace referencia verbal.
 
 
El personaje del Kid, a cargo de Gary Cooper, es el de un magnífico tirador en una feria ambulante, cualidad que incide para que sea coptado por un grupo de delincuentes. Es entonces cuando conocerá a Nan (Sylvia Sidney), cuyo padrastro forma parte de dicha banda. Finalmente, ella cumple una condena en prisión, hasta donde el Kid va a visitarla y allí tiene lugar una secuencia memorable. Si bien el uso de la voz sobreimpuesta a la imagen ya lo había empleado Hitchocock en la producción británica Chantaje (Blackmail, 1929), en el cine de Hollywood todavía nadie se animaba a experimentarlo. Cuando ella se encuentra tras las rejas y mientras la cámara se detiene en su rostro, se escuchan la voz de Cooper y la suya propia en un monólogo interior. Los productores objetaron que eso resultaría demasiado complicado para que la audiencia habitual alcanzara a comprenderlo, pero erraron. El recurso no enfrentó mayores problemas para que fuese cabalmente aceptado. Durante la misma escena, Mamoulian le pidió a Sylvia Sidney que revirtiera el proceso de las lágrimas, y que en lugar de llorar cuando el Kid se va, lo hiciera a su llegada con un llanto de felicidad, en tanto que al despedirse, sonriera con amargura. Esta sería la única incursión de Cooper en el cine de gangsters, ya que su rostro bonachón no encajaba con la aspereza requerida para ese tipo de personajes.
 

Si se aplicara el término de cine negro de manera retrospectiva, es decir, aún antes de que se hubiese acuñado, La ley del terror sería uno de los títulos fundamentales del género. Aunque de manera injusta permanece un tanto olvidado.

Jules Etienne

* Se dice que Frank -quien era un reconocido crítico de cine en Francia-, durante el verano de 1946, cuando en la misma temporada coincidieron en cartelera películas como El halcón maltés (1941), Laura (1944), Pacto de sangre (Double Indemnity, 1944) y El enigma del collar (Murder, My Sweet, 1944), entre otras, las cuales habían permanecido prohibidas durante la ocupación nazi, se refirió a ellas en conjunto como film noir, expresión que se mantendría para la posteridad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario