Aguirre, la ira de Dios (1972), una fábula alucinante de Werner Herzog.

jueves, 25 de mayo de 2023

Más diferencias que coincidencias: LA CENA DE LOS ACUSADOS (The Thin Man)


En esta misma fecha, 25 de mayo -en 1934-, tuvo lugar el estreno de La cena de los acusados (The Thin Man), basada en la novela El hombre delgado, de Dashiell Hammett, que a su vez había aparecido publicada apenas en enero de ese año.

Lo atípico de esta película -que más tarde se convertiría en un serial sumando media docena de títulos en total-, con respecto al resto de la obra literaria de Hammett, es el hecho de que sus protagonistas sean una pareja, con mascota incluida: el perro Asta, y no el habitual investigador solitario. Ni el Sam Spade de El halcón maltés o Ned Beaumont en La llave de cristal, como tampoco el detective de la Continental, eran casados.


Cuando El hombre delgado se trasladó al cine, introdujo por su cuenta otras diferencias con el texto que la inspiraba. Desde esta propuesta inicial se advierte un tono más inclinado a la comedia que al género negro característico de su autor. Y algo que dejaba establecido en el momento de resolver el enigma y más adelante se aplicaría en sus secuelas subsecuentes, sería la costumbre de reunir a todos los sospechosos e involucrados en el caso para dar a conocer la identidad del culpable y los motivos que lo llevaron a cometer el crimen. Es decir, mucho más al estilo de Hércules Poirot que la de un típico detective de Hammett.


Sin embargo, la fórmula que combinaba al matrimonio de Nick y Nora Charles junto a  su perro Asta, un Schnauzer que el cine transformó en Fox Terrier, mismo que se ganaría un merecido lugar entre los créditos protagónicos, y desde la tercera película también un hijo; su complicidad irresponsable, la inclinación de ambos para beber bajo el menor pretexto, su innegable simpatía, no sólo funcionó sino que llegó a obtener tal éxito que se fue repitiendo sin que se hubiera planificado así cuando fue concebida, de tal manera que entre La cena de los acusados -que fue la primera de las seis películas, y La ruleta de la muerte, la última-, transcurrieron trece años, entre 1934 y 1947, sobreviviendo incluso a la muerte de Woody Van Dyke, quien había dirigido las primeras cuatro.


Por cierto, el título de la novela original, The Thin Man, provenía de la víctima -Clyde Wynant- y no del detective, quien era más grueso de lo que pudiera permitir la expresión. Pero a partir de Genio y figura quedó la idea de que obedecía a la descripción del personaje que interpretaba William Powell. Con el tiempo, el serial fue capaz de convocar a figuras como James Stewart en Genio y figura, Donna Reed en La sombra de los acusados o Gloria Grahame en La ruleta de la muerte.


El hombre delgado le compensaría a Dashiell Hammett lo que Cosecha roja siempre le negó. Los últimos tres guiones ni siquiera estaban basados en argumentos suyos pero se le siguió respetando su crédito como autor, por la creación de los personajes. Lo opuesto de los plagios que fue coleccionando Cosecha roja a su paso por la pantalla, como ya lo hemos visto en Cosecha roja: insólita historia de una serie de plagios.
Jules Etienne

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