Aguirre, la ira de Dios (1972), una fábula alucinante de Werner Herzog.

martes, 9 de abril de 2024

LAS MEJORES PELÍCULAS DE LA WARNER


Fueron numerosas las
listas con lo mejor de la Warner Brothers elaboradas con motivo de su centenario. Todas con una gran diversidad de criterios y metodologías. Las que comprenden a las más taquilleras carecen por completo de interés para mí. En el caso de un sitio con el prestigio de IMDB, de las primeras veinte películas que se mencionan sólo he visto tres: las dos de Batman, el caballero de la noche -que es el título con el que se le conoce en los países de habla hispana de nuestro continente, mientras que en España es El caballero oscuro- (la primera de 2008, con Heath Ledger como villano, y la segunda de 2012), y El origen (Inception, 2010), que para colmo ni siquiera me entusiasma. Ésta última y el primero de los dos Batman, fueron dirigidas por Christopher Nolan. Las restantes diecisiete que no conozco, corresponden ocho al serial de Harry Potter, tres a la saga de El señor de los anillos y tres más a la de El Hobbit, que juntas suman un total de catorce películas. La primera del centenar que considero de mi agrado es Troya (2004), realizada por Wolfgang Petersen, un cineasta fallecido hace un par de años que dejó una obra respetable. Su Historia sin fin (The NeverEnding Story, 1984) siempre me ha parecido espléndida. Mi favorita entre todas las aventuras del hombre murciélago, figura en el lugar 87: Batman regresa o Batman vuelve (Batman Returns, 1992), dirigida por Tim Burton y con Michelle Pfeiffer como la mejor Gatubela que uno pudiera imaginarse. Con un vestuario singular y sus gesticu- laciones acabó convirtiéndose en un auténtico ícono del cine.


En Rotten Tomatoes fueron bastante más complicados. En su selección denominada Cien películas esenciales, anotan el porcentaje de aceptación por parte de la crítica. Sólo tres películas figuran con el cien por ciento de consenso: Las aventuras de Robin Hood (1938), La leyenda del indomable (Cool Hand Luke, 1967) y El tesoro de la Sierra Madre (1948), por la cual tengo una particular debilidad, ya que las secuencias iniciales fueron filmadas en mi natal Tampico y el autor de la novela, el misterioso B. Traven, trabajó en los campos petroleros de la Huasteca.

Obsta señalar que tampoco coincido con el centenar que proponen, aunque sin duda me resulta más interesante que la anterior. Sin embargo, no termina de convencerme que Casablanca y El halcón maltés sólo alcancen el 99 por ciento, mientras que a otras ya citadas se les conceda una puntuación más alta.


Calificar a una obra maestra como Érase una vez en América (Once Upon a Time in America, 1984), de Sergio Leone, con un triste 87% y al deslumbrante futurismo de Blade Runner (1982), de Ridley Scott con el 89%, lo considero injusto e inapro- piado. La ya citada Historia sin fin, mereció apenas un 83%.

Cinco películas de las cien son obra de Stanley Kubrick. Me parece que entre ellas destacan dos que fueron ejercicios de estilo arriesgados y novedosos en su momento: 2001, Odisea del espacio (2001: A Space Odyssey, 1968), a la que asignan un 92% y Naranja mecánica (Clockwork Orange, 1971) un 87%.

De los cuatro títulos que corresponden a Clint Eastwood -si se incluye a Harry el sucio (Dirty Harry, 1971) aunque fue dirigida por Don Siegel-, mi preferencia se inclina por Golpes del destino (Million Dollar Baby, 2004). También figuran tres cintas de Hitchcock, pero es bien sabido que trabajó muy poco con Warner.


Si bien coincido con el puntaje de 96% asignado a Cuerpos Ardientes (Body Heat, 1981), de Lawrence Kasdan y El laberinto de Pan (2006), de Guillermo del Toro, con un 95%, me parece excesivo el 98% de Bullitt (1968), aunque en contraparte debo admitir que si hubo una película que consolidó a Steve McQueen como mito de su generación, fue precisamente ésa, en donde le acompañaba Jacqueline Bisset y nadie que la haya visto puede olvidar la persecución por las calles de San Francisco conduciendo su Ford Mustang verde o hasta el desenfado con el que se comía un simple emparedado. «Y tú que te creías Steve McQueen», cantaba Joaquín Sabina.

Sólo añadiré que me cuesta mucho trabajo conceder credibilidad a una lista en la que Paddington 2 (2017) alcanza un 99% de consenso -el mismo que Casablanca-, en tanto que Sueños de libertad, Sueño de fuga o Cadena Perpetua -que son los diferentes títulos con los que se conoce en nuestro idioma a The Shawshank Redem- ption (1994)- recibe una decena de puntos menos.


En otro cibersitio llamado Collider, si bien le adjudican la autoría también a Rotten Tomatoes, según ellos las diez mejores películas en la historia de la Warner son:

1 El enemigo público (The Public Enemy, 1937)
2. Casablanca (1942)
3. Las aventuras de Robin Hood (1938)
4. El halcón maltés (1941)
5. Más corazón que odio (The Searchers,1956)
6. ¿Qué pasó con Baby Jane? (Whatever Happened to Baby Jane?, 1962)
7. Harry el sucio (1971)
8. Locuras en el Oeste (Blazing Saddles, 1974) -No se trata de una confusión, lo verifiqué-.
9. Buenos muchachos (Goodfellas, 1990)
10. Matrix (The Matrix, 1999)


Y así, hurgando en el ciberespacio en busca de una lista que resultara más acorde con mis afinidades fílmicas, fui a dar con una que ubica Operación Dragón (Enter the Dragon, 1973), protagonizada por Bruce Lee, como la mejor película producida por la Warner. «¡Sic y recontra sic!», diría el fallecido maestro Carlos Monsiváis.

De tal manera que no me queda otra opción que intentar elaborar mi propia selección, arbitraria y subjetiva -no podría ser de otra manera-, con mis películas favoritas de la Warner. Tal vez lo haga en alguna ocasión posterior.

Jules Etienne

Créditos finales

1. Michelle Pfeiffer como Gatubela en Batman regresa (Batman Returns, 1992), de Tim Burton.
2. Érase una vez en América (Once Upon a Time in America, 1984), de Sergio Leone.
3. Steve McQueen y Robert Vaughn en Bullitt (1968), de Peter Yates.
4. James Cagney y Donald Cook en El enemigo público (The Public Enemy, 1931), de William A. .
5. Robert De Niro (al centro) con Joe Pesci y otros en Buenos Muchachos (Goodfellas, 1990), de Martin Scorsese.

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