Textos, mentiras y videos
sábado, 12 de agosto de 2023
A propósito de Marilyn: LA COMEZÓN DEL SÉPTIMO AÑO
sábado, 5 de agosto de 2023
Con el pretexto de otro aniversario luctuoso de Marilyn Monroe: INSIGNIFICANCIA
Jules Etienne
jueves, 25 de mayo de 2023
Más diferencias que coincidencias: LA CENA DE LOS ACUSADOS (The Thin Man)
jueves, 29 de diciembre de 2022
AGUIRRE, LA IRA DE DIOS: Un prodigio fílmico
En los créditos iniciales se establece que el único testimonio que subsiste en la actualidad son los diarios del monje Gaspar de Carvajal. Si bien llevan por título Relación del nuevo descubrimiento del famoso río Grande, en realidad fueron escritos veinte años antes de que la supuesta expedición tuviera lugar. Carvajal fue, en efecto, enviado por Pizarro, pero acompañando a Francisco de Orellana, cuando lograron llegar hasta la desembocadura del Amazonas en 1540. Sobre esta imprecisión histórica, Herzog aclaró que fue deliberada, y lo inventó con el fin de proporcionar verosimilitud a la odisea.
El propio Herzog define la importancia del río en la película: “Tengo una profunda fascinación y una sensación muy precisa por los paisajes irregulares y alucinantes… Los paisajes no entran en mi obra con una función decorativa o exótica. Por ejemplo, los paisajes de Aguirre. Allí estos tienen una vida profunda, una sensación de fuerza, una intensidad que no se encuentra en las películas hollywoodenses en donde la naturaleza tiene algo de artificial. Lo que muestro en Aguirre es el transcurrir del tiempo que pasa en relación con el transcurrir del agua, es la inmovilización del tiempo. Muestra a la naturaleza en un coma prolongado y una tierra que todavía no ha despertado. Muestro el delirio de todo un paisaje, que se infiltra poco a poco en el interior de los personajes y que termina en un delirio humano.”
sábado, 3 de diciembre de 2022
Historias de amor en el Magreb: UN TANGO EN EL DESIERTO
sábado, 26 de noviembre de 2022
CASABLANCA cumple 80 años cantando El tiempo pasa
sábado, 12 de noviembre de 2022
CASABLANCA: Telegrama de David O. Selznick
Hace
ochenta años, tras haber acudido a una proyección privada de Casablanca,
cuya función de gala estaba programada para el 26 de noviembre en Nueva York, David
O. Selznick, el legendario productor de Rebeca y Lo que el viento se
llevó, envió un entusiasta telegrama de felicitación a su colega Hal B. Wallis,
responsable de su producción.
En el
mismo menciona que sugirió a Jack (Warner) no cambiar el final, porque eso
sería un error terrible. Subraya que el trabajo de los guionistas, (Julius y
Philip) Epstein así como de (Howard) Koch es una muestra de su experiencia como
escritores. Finalmente tampoco escatima elogios a la dirección de Michael
Curtiz, la cual califica como espléndida.
Jules
Etienne
miércoles, 2 de noviembre de 2022
Día de los muertos: LA MIRADA EXTRANJERA
La lista de películas que aluden a la celebración del día de los muertos es abundante y variada en cuanto a su mayor o menor veracidad en el tratamiento del tema y la calidad de sus propuestas visuales. Esta es una breve antología, media docena películas que aluden el peculiar festejo desde una perspectiva ajena a la cultura hispana.
Bajo el volcán (Under the Volcano, 1984), dirigida por John Huston, es una adaptación de la célebre novela de Malcolm Lowry. Los roles principales corren a cargo de Albert Finney, como el cónsul alcohólico, y su esposa es interpretada por Jacqueline Bisset, quien ya había filmado en México con anterioridad El magnífico (Le magnifi- que), en 1973. La frase que se erige como su leitmotiv es: "No se puede vivir sin amar", que refiere de manera constante el personaje del médico (Ignacio López Tarso).
Hasta el famoso agente secreto Jame Bond, el legendario 007 (Daniel Craig), aparece ataviado como un esqueleto durante la celebración del día de los miertos en la ciudad de México, durante la secuencia inicial de 007: Spectre (2015). Estrenada en Europa los últimos días de octubre, en México se exhibió como una premier el 2 de noviembre.
Esta es la escena que corresponde al día de los muertos en la película Érase una vez en México (Once Upon a Time in Mexico, 2003), de Robert Rodríguez, con Antonio Banderas y Johnny Depp.
También en Nueva Orléans, debido a su origen francés y, por lo tanto, católico, se acostumbra a recordar a los difuntos en esta fecha. En Odio y orgullo (My Forbidden Past, 1951), cuya trama acontece en dicha ciudad, el personaje de Barbara Beaurevel (interpretado por Ava Gardner) visita el panteón con ese motivo. Sin embargo, se justifica incluir la referencia a otra película filmada en ese mismo año y que transcurre en la misma ciudad: Un tranvía llamado deseo (A Streetcar Named Desire, 1951), adaptación a la pantalla de la obra teatral homónima de Tennessee Williams, porque la vendedora de flores para los muertos se las ofrece en español a Blanche DuBois (una actuación memorable de Vivien Leigh).
En la película El cuervo: ciudad de ángeles (The Crow: City of Angels, 1996), secuela de El Cuervo (The Crow, 1994), su protagonista, el actor francés Vincent Perez, aparece maquillado a la manera de Marc-André Grondin en El hombre que ríe (L'homme qui rit, 2012), que su vez se inspiraba en aquel que Conrad Veidt convirtió en un clásico legendario del cine silente en1928. Ese parece un buen tema para rescatarse en el futuro. En Irlanda se estrenó el primero de noviembre, día de todos los santos (All Saints' Day).
El pretexto que me ha permitido incluir a la producción mexicana Macario (1960) para concluir con este tema, es que el relato que la inspira fue escrito por un alemán, B. Traven (cuyo verdadero nombre era Ret Marut), si bien afincado en México, donde terminó adquiriendo la nacionalidad y las cenizas de sus restos se esparcieron en una población del estado de Chiapas, hoy llamada Ocosingo de Traven. La adaptación corrió a cargo del propio director de la cinta, Roberto Gavaldón, en colaboración con el dramaturgo Emilio Carballido. Los papeles principales esrtuvieron a cargo de Ignacio López Tarso y Pina Pellicer. Fue la primera película mexicana que recibió una nomina- cion para el Oscar. Esta es la versión íntegra:
Jules Etienne