Aguirre, la ira de Dios (1972), una fábula alucinante de Werner Herzog.
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sábado, 18 de abril de 2015

ZONA CALIENTE (The Hot Spot): la propuesta visual de Ueli Steiger

 



 





Créditos finales:
 
1. Collage con fotogramas de la película; 2. Virginia Madsen; 3. Virginia Madsen; 4. Don Johnson y Virginia Madsen; 5. Jennifer Connelly y Don Johnson; 6. Collage de Jennifer Connelly; 7. Jennifer Connelly; 8. Jennifer Connelly y Debra Cole.


jueves, 16 de abril de 2015

El erotismo del triángulo pasional: ZONA CALIENTE (The Hot Spot, 1990)

 
En la década de los ochenta, el cine se topó con una veta -si bien no del todo novedosa-, para ser objeto de una estilizada evolución formal que sería aprovechada con buena fortuna: el llamado thriller erótico. Cuerpos ardientes (Body Heat), de Lawrence Kasdan y el remake de El cartero siempre llama dos veces (The Postman Always Rings Twice), de Bob Rafelson, ambas estrenadas en 1981, pusieron en marcha la fórmula que multiplicaría las películas con ese tipo de trama hasta culminar con el éxito rotundo de Bajos Instintos (1991).
 
Entre la abundancia de títulos, Zona caliente no logró capturar la atención del público de manera proporcional a la que sus cualidades ameritaban. Sin embargo, a primera vista es posible advertir que nos encontramos ante una cinta que posee todos los elementos esenciales de la novela negra y del cine que deriva de ella. Sería el penúltimo largometraje como director para Dennis Hopper.
 

La paternidad del tema se debe fundamentalmente a James M. Cain, quien en dos de sus novelas explora las posibilidades del triángulo pasional llevado al extremo de planear la muerte del marido engañado. La primera de ellas, Pacto de sangre (Double Indemnity), que sería adaptada al cine en 1944; y la segunda, la ya mencionada El cartero siempre llama dos veces, en 1946 y 1981, además de un par de versiones europeas previas: No desearás la mujer de tu prójimo (Le dernier tournant, 1939), producción francesa dirigida por Pierre Chenal, y la italiana Obsesión (1943), de Luchino Visconti. Más tarde también se filmaría una versión húngara, Pasión (Szenvedély), en 1998.
 
A partir de la secuencia inicial, bajo el marco de la guitarra de John Lee Hooker y la trompeta de Miles Davis como música de fondo, ingresamos de lleno en la atmósfera sofocante del pequeño pueblo texano de Taylor, en el que se desarrollará la acción. A su llegada, el forastero Harry Madox (Don Johnson) se involucra con Gloria (Jennifer Connelly, quien tenía en la época del rodaje la misma edad que confiesa su personaje: diecinueve años), secretaria del lote de autos en el que aquél empieza a trabajar como vendedor, y también con la desinhibida Dolly (Virginia Madsen), esposa del propietario del lugar. Las relaciones entre los personajes se van enmarañando de modo inevitable, cubiertas por un cierto halo de fatalidad, como siguiendo el destino dictado por un oráculo, lo que se erige como una característica distintiva del género. Harry tendrá entonces que dividirse entre ambas mujeres.


La premisa de la que partía Hitchcok para tejer la urdimbre de sus intrigas, iba tomando forma como una madeja de mentiras acumuladas y De entre los muertos (Vertigo, 1958) podría ser el arquetipo. En esta ocasión acudimos al chantaje, el robo al banco y la muerte del marido incómodo, con una atmósfera tórrida y siempre tensa que transpira sensualidad: "Zona caliente es uno de los guiones más sexuales que yo haya leído. El público es extraño y cada vez más moralista, se queja sin parar de que las películas tienen demasiado sexo. En mis tiempos, uno iba al cine esperando que lo tuviera", declaró Hopper en una entrevista.

 


Basada en Infierno sin llamas (Hell Hath no Fury), de Charles Williams, autor típico de novela negra cuya obra fue adaptada a la pantalla con mayor frecuencia por el cine francés -Vivamente domingo, que representa el punto final en la filmografía de Francois Truffaut, estaba basada en su novela La larga noche del sábado- e incluso por el australiano, como sucedió con Terror a bordo (Dead Calm, 1989), en la que Nicole Kidman tuvo a su cargo el rol protagónico. Williams nació en San Angelo, un pueblo texano que debe tener alguna similitud con el Taylor en que transcurre Zona caliente.
 
 
Con motivo de su estreno, Richard Corliss se ocupó de ella en las páginas de la revista Film Comment. "Recomendada por un pecaminoso interés redentor: Madsen como una rubia viuda negra y Jennifer Connelly como una joven virginal que, desnuda, despierta más impulsos lúbricos que Madonna".

 
La intensidad de su erotismo establece un innegable parentesco con Cuerpos ardientes, a lo que contribuye también la música de la sugerente banda sonora de ambas películas -en el caso de Zona caliente con una marcada inclinación hacia el blues-. La película concluye con una suerte de moraleja en la voz de Harry, su protagonista: "Encontré lo que me corresponde. Y lo estoy viviendo".
 
 
Jules Etienne
 
Otros fotogramas de la película se pueden ver en La propuesta visual de Ueli Steiger 

martes, 7 de abril de 2015

CHARLES WILLIAMS: Un autor en el olvido


Charles Williams murió el 7 de abril de 1975, hoy se cumplen cuarenta años. Resulta un tanto inexplicable el hecho de que luego de ser uno de los autores de novela negra más populares, pasara al olvido del gran público en el que ahora parece reposar su obra y sólo los lectores asiduos del género mantienen el respeto por sus novelas, mismas que dieron origen a una docena de películas, además de que también escribió algunos guiones.
 
En La tormenta y la calma -entiendo que la única biografía que se ha escrito de Williams-, el autor, Hernán Migoya, establece un paralelismo que, aunque arbitrario, no deja de ser interesante: "De hecho, jamás he encontrado a ningún autor cuya obra total alcance para mí tanta superficie de emoción en carne viva, ya sea en literatura o en cine; si tuviera que buscar alguna referencia o compararle con alguien, tendría que irme al cómic, al único otro especialista real en situaciones límite que conozco: Frank Miller."
 

La primera ocasión en que se adaptó una novela suya al cine fue en 1960, Todo el camino (All the Way) llevaría por título La tercera voz (The 3rd Voice), con Edmond O'Brien, un actor muy característico del género negro, como "La voz". Por esa época Williams -a quien su hija Alison describía según sus propias palabras como "un texano alto y grande con una voz profunda; un tierno gigante"-, se trasladó a radicar en Francia, y eso dio lugar a que la siguiente etapa de su filmografía tuviera el sello del cine europeo: Cáscara de banana (Peau de banane, 1963), dirigida por Marcel Ophüls, basada en Nada en su camino (Nothing in Her Way), fue adaptada al cine por el propio autor junto con Daniel Boulanger, Claude Sautet y el realizador Ophüls, llevando a Jean-Paul Belmondo y Jeanne Moreau como la pareja protagónica; trabajó como uno de los coguionistas en La jaula del amor (Les Félins, 1964), dirigida por René Clément, y protagonizada por Alain Delon y Jane Fonda -durante la época en la que ésta se había involucrado con Roger Vadim y se quedó a vivir unos años en Francia-; El gran golpe (Le gros coup, 1964), con Emmanuelle Riva y Paco Rabal, era la versión fílmica de su novela The Big Bite; al año siguiente se filmó Cargamento rojo (L'arme á gauche), una coproducción franco-ítalo-española, que en España se le conoce como Armas para el Caribe, dirigida por Claude Sautet -a quien Williams había conocido cuando escribían juntos el guión de Cáscara de banana-, con Lino Ventura encabezando el reparto.

 
Después de estas experiencias en el cine europeo, la obra de Williams recibiría de nuevo la atención de Hollywood, y en 1968 adaptó su propia Venus equivocada (The Wrong Venus), que en el cine se conocería como Por un cuerpo de mujer (Don't Just Stand There!), con Robert Wagner y Mary Tyler Moore. Ese mismo año le encomendaron un guión sobre una novela ajena: Snake Water -de su tocayo de apellido Alan Williams-, que dirigió Delbert Mann bajo el título Fiebre de codicia (The Pink Jungle), con James Garner.

En 1970, Orson Welles adaptó la que quizás sea la obra más famosa de Williams: Mar Calmo (Dead Calm), para ser producida y dirigida por aquél bajo el título original en inglés The Deep, pero de esto me ocuparé en un futuro, ya que se trata de la misma novela que sería filmada en 1989 como Terror a bordo, cuando Nicole Kidman era una joven actriz que apenas principiaba su carrera.


Respetando el orden cronológico, los únicos otros dos títulos basados en novelas suyas -además de Mar Calmo-, en la década de los setenta, fueron El biquini de diamantes (Diamond Bikini), con Lino Ventura y Mireille Darc, que se filmó en Francia en 1971; y El hombre que no debía morir (The Man Who Would Not Die, 1975), sobre su obra Por mortaja una vela (The Sailcloth Shroud), con Dorothy Malone -casi treinta años después de que había sido la joven dueña de una pequeña librería en Al borde del abismo (The Big Sleep, 1946).
 

Vivamente domingo (Vivement Dimanche!), el trabajo póstumo de Francois Truffaut, estaba basado en otra de sus novelas: La larga noche del sábado (The Long Saturday Night). Fue filmada en blanco y negro en 1983, con Jean-Louis Trintignant y Fanny Ardant, pareja sentimental del cineasta, como sus protagonistas. Y es precisamente a Truffaut a quien se debe la leyenda sobre el suicidio de Williams, ya que en el prólogo de un libro escribió que se había hundido en su propio velero, hecho que ha sido refutado por Hernán Migoya: "Lo cual descubrí que era falso, que se pegó un tiro directamente con una escopeta en sus peores momentos en un bungaló de California y esto narrado por su hija que fue quien descubrió el cadáver."
 
Poco después, en 1989, Man on the run se adaptaría para una producción televisiva, mismo año en que también se rodaba la ya mencionada Terror a bordo. Al año siguiente se filmó en Francia su novela Hill Girl, con Nathalie Cardone y Tchéky Karyo. Finalmente, ese mismo año, Dennis Hopper dirigiría Zona caliente (The Hot Spot), basada en Infierno sin llamas, de la que ya me he ocupado previamente.


Esta sería, a grandes rasgos, la filmografía de un escritor que logró llamar la atención de cineastas con el prestigio de Francois Truffaut, Marcel Ophüls y Orson Welles. A saber la razón por la que en la actualidad se comenta tan poco de Charles Williams y su obra, marcada por la amoralidad y la atmósfera asfixiante en la que se debaten sus personajes.


Jules Etienne


Créditos finales: (Por orden de aparición)

Julie London y Edmond O'Brien en La tercera voz (The 3rd Voice, 1960), dirigida por Hubert Cornfield; Jane Fonda y Alain Delon en La jaula del amor (Les Félins, 1964), dirigida por René Clément; Nicole Kidman en Terror a bordo (Dead Calm, 1989), dirigida por Philip Noyce; Fanny Ardant en Vivamente domingo (Vivement Dimanche!, 1983), dirigida por Francois Truffaut; Don Johnson, de espaldas, frente a Virginia Madsen en Zona Caliente (The Hot Spot, 1990), dirigida por Dennis Hopper.