
El día de hoy se cumplen cincuenta años del fallecimiento de Dashiell Hammett. Su aportación al cine va más allá de que sus novelas se hayan convertido en películas, sus atmósferas y estilo sirvieron como base para establecer las características que delimitaron todo un género: el cine negro. Sus personajes devinieron en arquetipos, como en el caso del detective privado Sam Spade, de El halcón maltés, al que la caracterización de Humphrey Bogart erigió como uno de las mayores íconos de la cinematografía.
Durante la próxima semana le dedicaré este espacio a algunas reflexiones, apuntes y anécdotas sobre Dashiell Hammett y su relación con el cine. Por lo pronto, quienes estuvieran interesados en una aproximación a su obra literaria, la pueden encontrar en mi blog sobre literatura Mitos y reincidencias.
El texto que menciono puede leerse en: