Aguirre, la ira de Dios (1972), una fábula alucinante de Werner Herzog.

sábado, 22 de junio de 2013

¿NOS VOLVERÁ A ENGAÑAR ROGER RABBIT?


El 22 de junio de 1988 se estrenó la película ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Who Framed Roger Rabbit), aunque su correspondiente première había tenido lugar la noche previa, el martes del solsticio, en Nueva York. De manera que ahora se está celebrando el primer cuarto de siglo de su exhibición. Por supuesto, los distribuidores han aprovechado para relanzarla al mercado en una edición conmemorativa, pero quienes esperábamos una nueva aventura del personaje, por supuesto, junto a su esposa Jessica, nos hemos tenido que resignar con permanecer a la expectativa de algo que, como todos los indicios llevan a suponer, ya no sucederá. Podría decirse que en esta ocasión el engañado no ha sido el conejo, sino los espectadores.


Inspirada en la novela ¿Quién censuró a Roger Rabbit? (esa es la traducción literal de su título en inglés: Who Censored Roger Rabbit?), de Gary K. Wolf, se convirtió en un rotundo éxito de taquilla e incluso los críticos más exigentes la aceptaron de buen grado. Y es que el resultado en pantalla fue no sólo divertido sino innovador. Sin embargo, ya se sabe que el cine, al manejar un lenguaje con imágenes diferente al de la literatura, suele modificar y hasta traicionar, con innegable asiduidad, los textos originales.


Aunque este no sería el caso, algunas de las diferencias entre el texto y la película son que Roger Rabbit era una estrella de las tiras cómicas, no del cine; Jessica no lo quería, era una vampiresa de tiempo completo (mientras que su dibujo animado es, además de seductor, noble: No soy mala, sólo me dibujaron de esa forma. Por cierto, este parlamento ha sido incluido en una lista de las mejores cien frases en la historia del cine de Hollywood); pero, sobre todo, Roger Rabbit muere al final de la novela. Cabría señalar la peculiaridad de que para comunicarse con los dibujos era necesario leer el globo conteniendo su diálogo: El conejo envió un par de globos sin palabras, vacíos... En el siguiente intento lo hizo mejor. Sus palabras eran confusas, de un gris translúcido, pero legibles, dice en cierto momento Eddie Valiant.


Cuando la novela apareció publicada, en 1981, pasó casi desapercibida hasta que los estudios Disney decidieron que podía resultar interesante esa singular mezcla de dibujos animados con seres humanos, cuya técnica había sido experimentada con anterioridad en películas como Leven anclas (Anchor's Aweigh, 1945), en la que Gene Kelly bailaba junto al ratón Jerry. Debido a lo costoso de la producción y lo complicado de sus efectos especiales, decidieron asociarse con Steven Spielberg. Entonces entraron en una fase de negociaciones bastante compleja para que Warner Brothers accediese a permitir la aparición de sus Looney Toones. Una de las claúsulas del contrato establecía que Bugs Bunny debería estar el mismo tiempo en pantalla que Mickey Mouse, y por eso es que siempre aparecen juntos en escena. En cambio, no fue posible llegar a un arreglo con Metro Goldwyn Mayer y es la razón por la que Tom y Jerry no figuran en el reparto.
 

Una referencia para cinéfilos tiene lugar en la escena que el juez (Christopher Lloyd) inquiere en el bar si alguien ha visto al conejo y entre los parroquianos alguno le responde que incluso en ese momento se encuentra en el bar. Todos suponen que va a delatar a Roger Rabbit, quien acaba de ocultarse, sin embargo, hace una broma relativa a Harvey, el conejo invisible de la obra teatral de Mary Chase, que sólo el protagonista Elwood P. Dowd (interpretado en la versión fílmica* por James Stewart) es capaz de ver.


El doblaje de las voces estuvo a cargo de las mismas personas que lo habían hecho durante tantos años: Tony Anselmo hizo la del pato Donald, Wayne Allwine la de Mickey Mouse, Mel Blanc las diferentes caracterizaciones de los Looney Toones y hasta Mae Questel, que desde 1939 no le daba su voz a Betty Boop, quien aparece, por cierto, en mi escena favorita, cuando el detective Eddie Valiant (Bob Hoskins) acude al centro nocturno en que canta Jessica Rabbit para conocerla y Betty Boop tiene un diálogo con él: en ese momento surge Jessica en todo su esplendor cantando Why don't you do right? (si bien la voz sensual del personaje corresponde en los diálogos a Kathleen Turner, la canción fue interpretada por Amy Irving, quien estaba casada con Spielberg en esa época). La novela refiere que durante su juventud Jessica participó en dibujos porno (en las legendarias Tijuana Bibles) y que es capaz de obtener lo que sea a cambio de sexo, en tanto que la lealtad que demuestra por su marido sólo se exalta en la película.


La producción elevó su presupuesto debido a que la elaboración de los dibujos animados fue hecha a mano, al estilo tradicional, y eso prolongó mucho los tiempos de rodaje. Sin embargo, al final, su recaudación rebasó ampliamente los costos de producción y hasta ganó cuatro premios de la Academia. Después vendría una amarga etapa de demandas y contra demandas entre su autor Gary K. Wolf y los estudios Disney, por motivo del pago de regalías. Esto dificultó la filmación de una secuela en su momento, aunado a que las técnicas de animación se transformaron de manera radical.

 
Robert Zemeckis, por su parte, durante la presentación en Londres de El vuelo (Flight), declaró: "Si fuese a realizar la secuela, se haría igual que la primera. Se vería de la misma manera, pero se presentaría en tercera dimensión para su estreno. Haría toda la animación a mano, aunque utilizando las herramientas de la tercera dimensión. No sería algo como Pixar 3-D. No se vería así..." Cabe subrayar que el cineasta siempre conjugó los verbos de manera condicionada, en ningún momento aseveró con certeza. Más tarde, en marzo pasado, en una entrevista para MTV, admitió que "existe un guión para la secuela, y es muy bueno". Algo que los productores Jack Rapke y Steve Starkey habían adelantado en la citada función en Londres.


En cuanto a la novela, ante la imposibilidad de escribir una nueva aventura del personaje, debido a que había muerto en su conclusión, Gary K. Wolf escribió otro caso del detective Eddie Valiant en Toontown: Who P-p-p-plugged Roger Rabbit?, de la cual aún no me ha sido posible ubicar una traducción al español. Apareció publicada en inglés en abril de 2010. Una editorial de nombre Musa Publishing anuncia el tercer título de la saga: Who Wacked Roger Rabbitt? para el próximo mes de noviembre en versión digital. Para evitar confusiones resulta oportuna la aclaración de que hay dos escritores estadounidenses casi homónimos: uno de ellos es Gary K. Wolfe, especialista en el género de la ciencia ficción, y el otro es Gary K. Wolf, autor de la obra que nos ocupa.


¿Quién engañó a Roger Rabbit? es un mero divertimento sin más pretensiones que el espectáculo en la pantalla. No requiere de otros méritos porque obtiene lo que se propone desde su primera imagen. Es la esencia misma de Hollywood en su mejor expresión.


Jules Etienne
 
* Harvey (1950), se exhibió en España como El invisible Harvey, por la que James Stewart recibió una nominación para el Oscar al mejor actor. 

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