Aguirre, la ira de Dios (1972), una fábula alucinante de Werner Herzog.

martes, 8 de enero de 2013

4. CUANDO HARRY ENCONTRÓ A SALLY (When Harry Met Sally, 1989)



Esta es una de esas comedias románticas que han logrado prevalecer a través del tiempo. Contiene todos los elementos para lograrlo. La trama ubica su inicio en 1977, y desde entonces Harry (Billy Crystal) deja establecido que "hombres y mujeres no pueden ser amigos porque el sexo siempre interfiere". Y procede a explicar a Sally (Meg Ryan), que ningún hombre puede ser amigo de una mujer que le resulta atractiva, porque inevitablemente acabará deseando tener relaciones con ella. Por eso, deciden desde ese momento, que no podrán ser amigos. Se volverán a encontrar cinco años después para, entonces sí, establecer una amistad que con el tiempo acabará por transformarse, tornando válida la premisa original del protagonista.

Juntos conviven en varios festejos de año nuevo, pero es en el último de ellos, cuando Harry, vagando por las calles mientras Sally se encuentra en un baile, decide que si con ella va a pasar el resto de su vida prefiere que ese resto de principio lo más pronto posible y corre a su encuentro. El diálogo, como era de suponerse en toda película romántica que se respete, se transforma en beso.

Incluye algunas escenas memorables que han echado raíces en la memoria de los cinéfilos, como la del orgasmo fingido en el restaurante, los personajes no lucen como jóvenes falsificados cuando recién han salido de la universidad y su evolución física durante los doce años que dilatan en asumirse como pareja, es verosímil. Mención aparte merece la banda sonora, a la vieja usanza, con música de Gerswhin, Duke Ellington, Benny Goodman, y las voces de Louis Armstrong, Ella Fitzgerald y Ray Charles, entre otros. Contribuye a fortalecer la idea de que estamos ante un clásico del género.


Jules Etienne

Billy Crystal y Meg Ryan cuando se encuentran durante la celebración del año nuevo.

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