Aguirre, la ira de Dios (1972), una fábula alucinante de Werner Herzog.

jueves, 10 de enero de 2013

3. LA QUIMERA DEL ORO (The Gold Rush, 1925)



¿Qué se puede decir sobre La quimera del oro que no haya sido dicho ya? ¿Cómo encontrar una manera diferente de exaltar los valores de una obra maestra? Me limitaré entonces a la escena de año nuevo. Tal vez la más característica de la película, ya que la danza de los bollos que ejecuta Chaplin para divertir a sus invitadas, sobre todo a Georgia (Georgia Hale) a quien le profesa un amor ingenuo y distante, ha sido vista y comentada en los ochenta y cinco años que han transcurrido desde su creación. Incluso Johnny Depp le rindió un homenaje en Corazones en conflicto (Benny & Joon, 1993), y Robert Downey Jr. también la repitió cuando caracterizó al propio Chaplin en el film sobre su vida que lleva por título su apellido (1992). Sin embargo, a final de cuentas no es más que un divertimento dentro del contexto de una cinta que resulta clave a la hora del recuento de su filmografía completa.

George Bernard Shaw describió a Chaplin como el único genio surgido del cine. Dirigía, producía, escribía los guiones y componía la música de sus películas (tonadas que, por cierto, todavía se escuchan en las voces de Barbra Streisand y Diana Ross, desde Nat King Cole hasta Michael Bolton o Rod Stewart), además de protagonizarlas. No hay manera de refutarlo.


Jules Etienne

Georgia Hale en pleno júbilo por el año nuevo.

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