Aguirre, la ira de Dios (1972), una fábula alucinante de Werner Herzog.

jueves, 5 de marzo de 2015

Las mejores películas de 1965: 10. DRÁCULA, PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS


Esta versión de Drácula corresponde a 1965, porque si fue estrenada en Londres el 9 de enero de 1966, por consecuencia debió filmarse durante el año previo. Así aparece consignada en La guía del cine británico (The British Film Guide), de Peter Hutchings, y en El libro del vampiro (The Vampire Book), de J. Gordon Melton, a despecho de los sitios virtuales como IMDB, que la consideran de 1966 debido a la fecha de su exhibición.
 
El mayor mérito de Drácula, príncipe de las tinieblas (Dracula, Prince of Darkness), como ha sido señalado hasta la saciedad, es haber repetido a Christopher Lee para interpretar al conde, con los prominentes colmillos que serían el distintivo del serial producido por la Hammer Films, y que se prolongaría hasta 1973 con Los rituales satánicos de Drácula (The Satanic Rites of Dracula).
 

Por su parte, el guión de Jimmy Sangster es uno de los más ingeniosos que se hayan escrito para mantener vivo el mito vampírico: da principio con el final del Drácula previo (Horror of Dracula, 1958), cuando resurge de sus propias cenizas revitalizado por la sangre de una víctima y gracias a su fiel sirviente Klove (Philip Latham), en lo que Donald Glut describió como "uno de los baños de sangre más majestuosos que se hayan visto en la pantalla" (One of the most majestic bloodbaths the screen has ever seen).
 
En esta ocasión Drácula también tiene la peculiaridad de que su némesis ya no es el implacable doctor Van Helsing, que solía interpretar Peter Cushing, sino el abad de un monasterio vecino al castillo del conde, el padre Sandor (Andrew Keir).

 
Jules Etienne

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